Por Daniel Zepeda
Son contadas las ocasiones en las que podemos pensar que elementos contrarios avienen en el mismo ambiente, y mucho menos que la fusión de ambos tenga una resultante atractiva, sin embargo, sucede y Gosha Rubchinskiy lo hizo claro. Como dicen, la moda y el fútbol pueden convertirse en extraños compañeros de cama, y Rusia se ha convertido en el mejor escenario para ello. Siendo inherente el pensar en la estética post-soviética sin pensar en Adidas, quién con sus track suits, se han hecho un icono en tendencia que ha permeado los mercados orientales y occidentales en las nuevas generaciones de adolescentes. Es por eso que una de las colaboraciones más esperadas de la temporada inicia con Adidas Football x Gosha Rubchinskiy, la cual es una iniciativa a largo plazo, que se desarrollará durante tres temporadas en el período previo a la Copa del Mundo 2018 en Rusia.
Pero más allá que una colaboración, Rubchinskiy, tiene la pretensión de mostrar un retrato de la Rusia actual, utilizando el fútbol como una pregunta y una respuesta hacia las cuestiones actuales que giran entorno al temor social. La colección trasciende el fútbol en un sentido casi literal, en el que Rubchinskiy lo ve como una metáfora hacia el juego geopolítico que se libra de naciones opuestas, y a su vez crea una atmósfera en la que el nacionalismo y el globalismo coexisten en un mismo escenario, siendo capaces de unir a la gente para crear una identidad. Por dichas razones, la locación fue elegida de manera estratégica, mostrando diversas caras de la moneda en la historia rusa, la cuál está fuertemente ligada a la influencia de la marca y su diseñador; quien por múltiples momentos históricos y enigmáticos eligió Kaliningrado como el epicentro de su nueva colección. Para Rubchinskiy, Kaliningrado es un retorno, no sólo a Rusia, sino al enfoque que tomó con la primer colección que realizó, “Evil Empire”, la cual era una yuxtaposición de simbología rusa que exponía una gráfica agresiva como respuesta a la prensa en contra de Rusia.
Sin embargo, en esta ocasión Rubchinskiy nos muestra un lado más maduro de la marca, una evolución que venía en puerta desde sus pasadas colaboraciones con Top Man y Comme des Garçons, mostrando con ello un ideal imaginario más fuerte sin romper sus ya conocidos códigos visuales y sin comprometer la esencia de la marca alemana, Adidas. La colección mezcló de manera unísona casi imprescindible la colaboración con su fall/winter. Rubchinskiy retomó sus indicios con la sastrería que utilizó la temporada pasada, mostrando impecables trajes yuxtapuestos con básicos deportivos que generaban una armonía visual en forma, textura y color. La presencia de los elementos de Adidas se hace obvia por medio de abstracciones del logo y elementos gráficos característicos de la marca, dando así un excelente resultado con una colección que revela un alcance más amplio y un sentido más moderno de la inclusión y la astucia del diario vestir, la cual seguramente será el most have de la temporada.