Fotografía cortesía de Eckhaus Latta.
Fotografía cortesía de Eckhaus Latta.

Fotografía cortesía de Eckhaus Latta.

Por Daniel Zepeda

Su particular esencia distópica proyectada en textiles de punto e imaginarios de confort ha logrado posicionar a Eckhaus Latta como una de las más relevantes e interesantes de las pasarelas de la semana de la moda en Nueva York. Sin embargo, este paquete no viene solo, pues la dupla detrás de la marca, Zoe Latta y Mike Eckhaus, se ha hecho conocida por su desafiante elección de modelos que rompen estereotipos preconcebidos en el imaginario de la industria. 

Así como en sus pasarelas, cada una de sus campañas se convierte en un interesante viaje visual con un fin en especifico: remitir a la sensación de nuevas experiencias, sin importar que ésta se encuentre en escenarios expuestos en la cotidianidad urbana. La manera de abstracción y conceptualización de sus campañas es única, y el fin siempre cumple su cometido, tal es el caso de su más reciente serie para promocionar su colección de primavera verano del presente año. Pues ella se compone de ocho fotografías de modelos teniendo relaciones sexuales sin el más mínimo cameo. En su primer exposición la serie se mostró sin alguna especie de censura durante 24 hrs en la página oficial de la marca, sin embargo, más tarde fueron cubiertas por un recuadro de cuarenta y nueve pixeles que cobija la sensibilidad del publico ajeno a la libertad creativa de la marca.

El ideal en el que gira la campaña yace en el fotógrafo Heji Shin, quien hace un par de años cambió sus editoriales moda por fotografías educativas para la sexualidad adolescente, la cual influenció fuertemente la dirección creativa de dicha campaña.  Pues, según Shin, la campaña –más allá del posible concepto pornográfico que pudiese tener–  refleja un mensaje del positivismo acerca del cuerpo, el sexo y la sexualidad. En ellas también se puede relacionar indirectamente el consumismo y el voyerismo – pues, el sexo vende y vende bien–  pero más allá del gancho que conmocionaron, el mensaje se direcciona hacia las relaciones sexuales ‘naturales’ no hiper-sexualizadas de manera lasciva o vistas como tabú, sino como lo que son: relaciones. 

¿Controversial? Sí, por supuesto que lo fue y lo seguirá siendo. Pues la campaña no será únicamente publicitada en web, ya que ésta será la primera de la marca en estar en medios impresos y le dará a ella un exposure único que pocas lograran y seguro algunas más replicarán. Eckhaus Latta, desató una ola de curiosos hambrientos por destapar esos cuarenta y nueve pixeles para así descubrir por sí mismos la verdad, si éste fue tan sólo un truco visual o un acto de libertad hacia la censura de la sexualidad. 

ECKHAUSLATTA

THERE’S NO TIME FOR CENSURE