La inevitable caída  de una escéptica ante los encantos de Harry Styles

Por Penélope Mujica

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Mucho ha pasado desde que comenzó el 2017; creo que este podría ser el año que ha significado más cambios en mi vida. Mudanzas, rupturas, ascensos… en estos 6 meses ha pasado de todo, sin embargo de la larga lista de novedades en las que vivo últimamente, la única que no vi venir fue mi reciente adicción a todo lo relacionado con Harry Styles. Verán, yo nunca fui “directioner” y hasta hace 3 sábados no tenía idea de cuál de los niños molestos de One Direction era Styles, pero todo eso estaba a punto de cambiar. 

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Harry llegó a mi vida como un accidente fatídico, una explosión que convertiría mi cuenta de Spotify en algo monótono y que haría de mi Youtube una lista interminable de sus nuevas presentaciones. Esta dependencia tiene un culpable: Tony Solís, quién pensé que era mi amigo, pero no lo pensó dos veces antes de darme una prueba de la droga para dejarme colgada y promover nuestras estúpidas e interminables conversaciones sobre HS.

Ahora mis días transcurren así y la única importancia que tienen es si Harry hizo o no una nueva presentación, si su traje era más bonito que el pasado y si han emergido nuevas pruebas de las teorías sobre su ambigüedad sexual. Debo de confesar que no comencé a adorarlo por su música, todo esto comenzó cuando ví un vídeo de él llorando por unos niños que tenían malaria en una de esas misiones de la ONU que envían artistas a situaciones de emergencia para intentar hacer conciencia sobre el tema. Lamentablemente para la ONU y para mis vecinos –que no han parado de escuchar Sign of the Times las últimas semanas–, la única conciencia que tomé con ese vídeo fue sobre la belleza de Harry, al momento ni siquiera recuerdo dónde estaban los niños, sólo recuerdo a Harry llorando.

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Luego pasamos a vídeos sobre la conspiración de su amor por Louis, su compañero de banda, lo cual me hizo aún más adicta. Cuánta intriga, romance y desafío. Rápidamente HS se convirtió en un Game of Thrones andante, mil acertijos rodeaban su vida y yo tenía que descubrir cada uno de ellos. Por último Tony cerró el trato cuando puso la presentación de Sign of the Times en vivo… Simplemente maravilloso. Originalmente esta iba a ser una nota sobre su disco, pero Harry es mucho más que música, y si quieren saber si su disco vale la pena… Totalmente. No lo digo yo, lo dice el mundo. Es nostálgico, pegajoso y está lleno de letras hermosas que transmiten el corazón bondadoso de Styles.

HARRY FEVER