Hace un mes visité mi ciudad natal, Monterrey, gracias a Y- NOT LAB. La idea que tuvimos fue jugar con collages sobre la cara del modelo con fotos del mismo pintadas por nuestra maquillista invitada, Roxy Doria, de Glamourama. Volver a trabajar con Roxy fue como regresar 12 años el tiempo, de cuándo vivíamos juntos en la Condesa. Afortunadamente, las cosas se salieron un poco de control y la sesión fue de lo más divertida. En esta ocasión las fotos son de Andrés Oliver. Un gusto enorme volver a trabajar con viejos amigos.