Por: Penélope Mujica
Como cualquier metrópolis, la CDMX cuenta con muchas joyas escondidas entre sus interminables calles y avenidas. Resulta difícil mantener el ritmo de las ofertas culturales que día y noche se presentan, cine, teatro, ballet, fiestas, festivales… la lista es interminable. Por otro lado, como en cualquier metrópolis, las acciones sencillas de la vida cotidiana pueden volverse agotadoras, por lo que muchas veces preferimos atenernos a lo que ya conocemos o nos queda cerca, o de plano ni salir de la casa y darnos un maratón de Netflix –uno más–. Parece que olvidáramos que esas veces que decidimos tomar el riesgo y aventurarnos a lo desconocido suelen pagar muchos frutos.
Una de estas perlas escondidas –por lo menos lo era para mi– de la ciudad es el Miniteatro, una casa ubicada en la Santa María de la Ribera en la calle Roble #3, en ella hay 10 salas de teatro, unas más grandes que otras, pero en general todas lo suficientemente pequeñas para mantener la intimidad que solo espectáculos así pueden ofrecer.
Entre llantos y risas vas pasando de obra en obra –cada una dura alrededor de 15 minutos–, y de botella en botella, proporcionadas por el bar que se encuentra en la entrada. El ambiente es íntimo y casual, fomentando la interacción entre los artistas y los espectadores, en general un deleite para la mente.
El día de ayer fue el estreno de la nueva temporada, que se mantendrá hasta mediados de enero, chequen la cartelera en su sitio web: http://microteatro.mx/
Así que si no tienen planes para este frío diciembre, no solo recurran al consumismo, las ofertas culturales del mes también prometen mucho.