Por Redacción

06 de septiembre, 2019

Artista mexicano oriundo de Juchitán, Oaxaca, fallece a los 79 años, dejando tras de sí un gran legado no sólo de obra sino también de pensamiento político y de cultura.

Francisco Benjamín López Toledo fue un pintor y activista con ideales de equidad e igualdad social, quien además de promover las culturas indígenas de su estado se preocupó enormemente por educar a través de sus obras a varias generaciones de pensadores en el país. Reconocido por varias instituciones dentro y fuera de la república, y premiado, e incluso, doctorado por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Toledo prefirió siempre mantener un perfil bajo y difundir su trabajo a través de medios independientes.

La obra de Toledo se caracteriza por simbolizar la delgada y borrosa línea que divide lo animal de lo humano, en donde también podríamos apreciar su carácter moral, el cual tiende a posicionar al hombre al mismo nivel que los demás seres vivos, lo que implica responsabilidad y respeto hacia toda forma de vida.

El artista zapoteco fue un incansable promotor cultural, y con el apoyo de diversas instituciones fundó el Taller Arte Papel Oaxaca en 1997, adaptado a la antigua planta hidroeléctrica La Soledad, en San Agustín, Etla. Pero años antes Toledo había ya creado el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, en el corazón de la capital de dicho estado, en conjunto con el gobierno local y el INBA, convirtiéndose en uno de los espacios que alberga una de las colecciones de artes gráficas más importantes de Latinoamérica.

Francisco Toledo fallece el 5 de septiembre a los 79 años en el mismo estado que lo vio nacer.

Larga vida al pintor.