A menudo en la vida nos encontramos con momentos en los que nos sentimos estancados o bloqueados, y buscamos de distintas maneras salir de este estado a través de nuestros escapes y reseteos. Viajar (si es posible) puede ser una de las más lógicas formas de escapar y buscar inspiración. Esta fue una de las razones por las que viajamos con YNOT este otoño a NYC, lugar de inspiración de innumerables canciones, películas y arte en general, cosa que al visitarla queda claro el porqué. La mezcla de culturas, el incesable movimiento y rápido ritmo de la ciudad puede ser abrumador al principio pero también es deslumbrante.  Durante nuestro viaje me di cuenta rápidamente que aunque la ciudad es increíble, no iba a darme todo lo que buscaba, es cierto lo que dicen que “a donde sea que vayas te llevas a ti mismo” y lo que sea que internamente te llevo a escapar, pronto se hará presente de nuevo. 

Durante el viaje conocí a personas que además de que lo hicieron más especial me hicieron ver que todos de un tiempo a otro, estamos en este tipo de búsqueda en la que te puedes perder pensando qué hay una pieza que te falta en algún otro lugar ajeno a ti, pero a veces solo hace falta estar presente en los momentos mundanos de la vida; en la rebanada de pizza callejera, en la caminata a medianoche, en la conversación con un amigo, en las compras del supermercado o en un viaje en metro. 

Gracias a todas las personas que hicieron posible estas fotos en Coney Island, otro pequeño escape dentro de una monstruosa ciudad.

“No vas a disfrutar Candyland si tienes los dientes podridos”.