Por Daniel Zepeda

La historia de Ambush es relativamente corta, sin embargo significativa. El primer lanzamiento por parte de la marca fue una línea experimental de joyería, con diseños innovadores del arte pop inspirados en la esencia de la estética percibida de la cultura moderna de Tokio. Al poco tiempo, comenzaron a desarrollarse paulatinamente en el mercado alterno de la moda de lujo que terminó evolucionando en la confección de prendas sin género, debutando en París hace dos años. Para el 2015, la marca fue nombrada en la categoría de las quinientas mejores empresas de moda que influyen en la industria global de la moda; título que el siguiente año volvieron a obtener. 

Las piezas únicas de Aambush forman un estilo idiosincrásico que llevó a comisiones y colaboraciones con una lista ilustre que incluye desde Louis Vuitton –bajo Kim Jones en la división de menswear–, Maison Kitsuné, Sacai y Undercover.

Para su más reciente colección, la marca japonesa, basó su imaginario en John Hughes y una de sus grandes obras cinematográficas, The Breakfast Club. En ella encontramos accesorios que mimetizan elementos fuera del contexto escolar y lo transportan a algo que nuestro adolescente interno mataría por tener, como pines con forma de anillas de latas de refresco, anillos de graduación falsos, aretes de bandas de seguridad y una lonchera metálica con forma de una Kelly bag. El lookbook, por ende, termina remitiendo a un high school vibe que es interpretado por diferentes arquetipos encontrados justo en ese ambiente.