Dos de nuestras cosas favoritas: Thom Browne y La Sirenita juntos.
Por Ana Paola fernández
Thom Browne presentó en el Fashion Week de Paris en los salones del Hotel de Ville.
El desfile abrió con dos mujeres con vestidos blancos que parecen derretirse, con burbujas
en la cabeza. Volúmenes que parecen pechos caídos y juegan con la textura.
Sacos y abrigos largos en contraste con colas de sirena y diferentes gráficos desde rayas
verticales hasta bordados y conchas a la altura del pecho. Plataformas de tacón con calcetines negros con rayas blancas, faldas con estampados grandes y llamativos, telas echas fibras para construir la prenda, sacos desiguales con un volumen escandaloso de un lado, cortes horizontales que dejan ver la piel de los modelos, hombros y mangas exageradas en volumen.
Contrastes, diversión, puntos focales inesperados es como se define la colección de Thom
Browne. Atuendos que más haya de parecerlo forman un concepto artístico y una
propuesta fresca.
Aprovechando el furor de los unicornios la pasarela cerró con un unicornio de organza
blanca guiado por una modelo vestida de blanco con la misma burbuja blanca en la
cabeza.