Imagen: especial.
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Hace unos meses, mientras esperaba ansiosa un episodio más de Game of Thrones, vi un comercial en el que vi un avance de la nueva serie de HBO: Euphoria. Honestamente, cuando lo vi y supe que Zendaya era la protagonista, no me dieron muchas ganas de verla. No tengo nada en contra de la actriz, pero sus papeles en series infantiles y las películas de Spiderman no me decían mucho de la habilidad histriónica de esta chica de 22 años. Tuvieron que pasar unos meses para que un día, haciendo scroll en Instagram, viera el furor de algunas actrices, modelos y beauty bloggers por los delineados en tonos neón. Pensé que era una tendencia más, hasta que se me ocurrió ver uno de tantos tutoriales que había para maquillarse en tonos neón y glitter. No, no era solo una tendencia, era solo una pequeña muestra del impacto que ha tenido desde su estreno, Euphoria.

 Entonces supe que tenía que verla. Y lo hice.

Imagen: especial.
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Jamás pensé que vería lo que vi y que me llevaría demasiadas sorpresas y que recordaría un par de series y películas que vi cuando yo tenía la edad de los personajes de Euphoria. Si no has visto la serie, te recomiendo que dejes de leer aquí, se acercan una serie de pequeños spoilers y créeme que no te vas a querer arruinar la experiencia de verla por ti mismo. Euphoria está llena de referencias a series y películas que han formado nuestra cultura pop desde hace más de 10 años. Este grupo de chicas en plena adolescencia cuyas vidas están sumamente definidas por el sexo, las drogas, autoestima, depresión y un sin fin de problemas por lo que miles de adolescentes pasan en algún momento de su vida. Rue, el personaje interpretado por Zendaya podría recordarnos a Effie, de Skins, serie con la que se ha comparado a Euphoria (y con mucha razón), una chica con problemas de ansiedad y depresión que encuentra consuelo, alivio y felicidad en la oxicodona, la cual prueba desde los 13 años al cuidar a su padre enfermo de cáncer. Las otras chicas del grupo interpretadas por Barbie Ferreira (Kat, mi personaje favorito de la serie), Alexa Demie (Madie), Sydney Sweeney (Cassie), Hunter Schafer (Jules) y Maude Apatou (Lexi), pasan por situaciones similares y otras no tanto, a algunos personajes femeninos de Skins. Problemas que van desde las drogas, embarazos prematuros, violencia, body shaming, etc

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Y no sólo vemos referencias a Skins, también hay ciertas referencias a Mean Girls, una historia donde vemos cómo dentro de una escuela existen también las clases, los grupos sociales, los juicios morales, el racismo, entre otras cosas. Vemos a este grupo de chicas populares que dan mucho de qué hablar tanto entre mujeres como con los hombres.

Imagen: especial.
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Euphoria no sólo vino a despertar a la generación que hoy en día tiene la edad de sus protagonistas. Nos vino a despertar a los que crecimos con historias como Skins, Mean Girls, Misfits, Gossip Girl, entre otras. Nos vino a recordar esa problemática existencial de crecer y convertirse en adulto y lo que significa serlo. Llegó para resignificar y redefinir conceptos de identidad, género, sexualidad, autoestima. Esta serie llegó para recordarnos lo que fue para nosotros ser un adolescente con dudas, tristeza, ansiedad, miedo. Pero no sólo de lo que pudiera pasarnos, sino de nosotros mismos, la historia llegó para hacernos voltear hacia adentro de nosotros y preguntarnos si acaso somos lo que en aquel entonces queríamos o más bien, creíamos querer ser. A la vez también nos hace pensar, tal vez de  una forma un tanto cómica, que en su momento nos hubiera gustado tener una vida tan emocionante como la de sus protagonistas (al menos en parte). A muchos nos habría encantado ver en aquel momento de necesidad a una chica gordita sentirse una diosa aunque los demás la molestaran por su peso y apariencia (ver eso nos habría ayudado a más de uno).

Ahora, el gran aporte de esta serie es la construcción visual que representa. La fotografía, los colores, el estilismo. Todo eso en conjunto, le suma un gran atractivo a la serie. En su momento Skins estaba protagonizada por colores oscuros y ambientes fríos y húmedos. Euphoria nos trae oscuridad llena de colores brillantes. Nos trajo de regreso el uso del neón y del glitter. Pero no sólo como un simple look de maquillaje, sino como una forma de expresión. Trajo los atuendos llenos de texturas, colores y brillos como parte imprescindible de cada personaje, parte importantísima de la esencia de cada uno de ellos.

 Por último, la música. mientras en Skins, Mean Girls y otras series y películas referentes de Euphoria, escuchábamos el predominio del pop, punk y música experimental. La serie de HBO toma como base de todo su sonido el hip hop. Claro, podemos escuchar más géneros dentro de la serie, pero la gran mayoría de la música que acompaña a cada capítulo es de raperos como Migos, Drake, Labrinth, Missy Elliot, Beyoncé, Lizzo y un largo etcétera.

 Todo lo anterior en conjunto, hace que Euphoria deje de ser “la copia” de alguna otra serie y se convierta en una historia genuina. Con sus propios colores y formas. Con música que define a las nuevas generaciones. Con elementos que la hacen única, como la escena musical del final de la serie o contar con un personaje transgénero, o tener entre sus protagonistas un padre homosexual y pederasta. O poner a un niño como un dealer y como uno de los personajes más inteligentes de la serie.

Imagen: especial.
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Lo dije y lo repito: jamás creí ver lo que vi y que además me gustara tanto. El concepto que yo tenía de Zendaya cambió por completo. Me hizo admirar más a Barbie Ferreira, e hizo que conociera música que no sabía que me hacía falta.

Por eso, mi recomendación es que te regales este festín audiovisual y personal. Que dejes las comparaciones porque aunque hay similitudes, al final terminan siendo simples referencias que enriquecen una historia demasiado bien construía que promete muchísimo. Me urge ya, la siguiente temporada. Pero en lo que llega, seguiré practicando cómo usar el neón en mis ojos.

Euphoria: la serie que está despertando a una generación