Por: Penélope Mujica
El futuro es imparable, así como lo dijo Greta Thumberg “el cambio viene, les guste o no”, y llegará en más de una forma, en más de una corriente y será para todos, es inevitable, pero si nos quedamos inactivos ante la promesa de su llegada, será retrasado por las mentes maquiavélicas que todos bien conocemos.
Lo que se pelea es la inmediatez con la que necesitamos que lleguen los cambios y para eso hay que mantenernos activos dentro de nuestra comunidad, presionando a nuestros legisladores y aprovechando las oportunidades que se nos presentan para volverlos realidad.
Septiembre ha sido un mes completo, recuerdos de los estragos del terremoto y también de la extraordinaria solidaridad mostrada por la sociedad civil hicieron lagrimar a más de uno el 19, la marcha global por el cambio climático llenó las calles del mundo, Riri y Fenty hicieron a más de una minoría olvidada parte de NYFW y cerramos con broche de honor en la CDMX con la iniciativa de reformas a la Ley de Salud de la CDMX de la diputada local del PRD Gabriela Quiroga Anguiano para permitir que las operaciones de reasignación de sexo se hagan en hospitales públicos y así asegurar la que los servicios sean adecuados y gratuitos.
Se propone que el sistema de salud de la Ciudad de México brinde todo la atención para realizar vaginoplastia, faloplastia o metadioplastia y también provea la atención post operatoria.
Al momento este tipo de procedimientos pueden llegar a costar hasta 500 mil pesos, las cirugías deben ir acompañadas de un tratamiento integral que incluye visitas a psicólogos, psiquiatras y endocrinólogos, este costo tan elevado dificulta que esté al alcance de todos los que lo necesitan.