Cuando la amistad se acaba
Por Evan Goodfellow
Estuve pensando mucho sobre este ensayo, sobre lo que podría escribir y lo que tenía que decir. Anoche tuve un sueño donde estaba rodeado por mis amigos de la preparatoria, pero ellos no me reconocían y me sentía muy solo, desesperado, me hacían sentir que algo andaba mal conmigo. Durante el sueño estuve pensando en lo que podía hacer para gustarle a la gente, lo que debía cambiar y lo hacía, pero seguían igual de indiferentes. Creo que – especialmente durante la adolescencia – la amistad es algo muy importante y es lo que más apreciamos. Durante esa época podemos llegar a sentirnos ignorados o rechazados por nuestra familia, lo cuál nos lleva a la siguiente fase de aceptación que es la aceptación que buscamos de nuestros compañeros. En mi caso el skate fue lo que me ayudó a sentir que pertenecía a un grupo, y que yo era capaz de llegar a tener un sólido grupo de amigos.
Luego de la preparatoria, algunos de mis amigos se fueron a trabajar las islas Caimán. Yo, al igual que otros fuimos a diferentes universidades. Una de las cosas que me han hecho sentir peor en la vida fue el haber perdido contacto para siempre con algunos miembros de aquel sólido grupo de amigos del que hablaba. En verdad no podía – y aun no puedo – entender cómo todo el tiempo que pasamos juntos y todo lo que hablamos podía perderse así de fácil y para siempre. Un amigo en particular en el que pienso de vez en cuando es Jacob. Solíamos estar todo el tiempo juntos en la preparatoria, patinábamos y realmente me identificaba con él, pero luego se mudó a Cincinatti a estudiar arte. Después de eso fue terrible ver que se alejaba completamente. En nuestros tiempos, la forma más fácil de resolver este tipo de situaciones es Facebook… pero ¿Qué haces cuando la persona que quieres contactar no tiene una cuenta y desactiva la cuenta de correo a la que solías escribirle siempre? Desaparece.
Hace poco regresé a Canadá por un tiempo y volví a ver a algunos de mis amigos de preparatoria. Estuvimos hablando de Jacob y de lo malo que era no saber nada de él. Luego de unas cervezas y unos porros llegamos a la conclusión de que Jacob era gay. Algunas cosas nos lo hacían creer, pero evidentemente siendo parte de un crew de skate y viviendo en una pequeña y conservadora ciudad canadiense, debió haberle dado miedo salir del closet con nosotros… seguramente pensó que lo rechazaríamos y nos burlaríamos de el.
¿Cómo puede alguien dejar atrás una relación de amistad tan divertida y duradera por el miedo a ser rechazado? Fácil, creo que todos tenemos ese miedo. Ese miedo a ser rechazados nos ha hecho a todos correr y dejar atrás relaciones de todo tipo que realmente valían la pena. Estoy seguro que Jacob no se aburrió de nosotros, que nos extraña pero que la simple idea de verse humillado por sus amigos a los que aprecia es suficiente para mantenerse alejado.
La amistad es algo increíble. Yo apreció más que nada a mis amigos. Pero también sé que cuando algo tiene que terminar no podemos aferrarnos tanto. Nuestro deseo de tener fuertes lazos a veces nos hace también actuar de manera muy loca y el miedo a perder a la gente nos hace casi siempre actuar de tal manera que seamos nosotros los que terminemos con una amistad antes de ser aquellos a los que dejaron botados. Dejando a un lado esa parte dura y triste, puedo decir que seguiré apreciando a mis amigos como lo hago hasta ahora. No sería feliz sin amistad, tus verdaderos amigos estarán ahí siempre. La serie ochentena de TV Cheers es un perfecto ejemplo: un grupo de gente con diferentes trabajos, experiencias y formas de pensar que sin embargo se reúnen a diario en el mismo bar a tomarse una cerveza. El tema de la serie era genial: