Es junio de 2021. Para algunos, la pandemia ya se siente como una rutina, para otros incluso parece que nunca pasó. Por otro lado, llegamos al mes en el que vemos banderas arcoiris por todos lados, al mes donde las palabras favoritas de famosos, influencers, marcas… todos es “inclusión”, “diversidad”. Hashtags como #loveislove o #pride posicionan publicaciones que se pelean por ser las más likeadas y compartidas.

Yo me pregunto si todas esas personas o marcas que se autodenominan “aliadas” de verdad conocen el significado de sus hashtags, de los conceptos de diversidad e inclusión. No pretendo con esto afirmar que yo conozco el significado de todo y que en los siguientes párrafos se los voy a contar. Pero he visto gente quejarse de esos hashtags, del actuar de las marcas al colgarse del mes del orgullo y de su objetivo principal.

Junto con todes los que hacemos Y- NOT, hemos hablado también de los estereotipos que normalmente vemos cuando llega el mes del orgullo. Todavía en algunas partes vemos físicos perfectos o “socialmente aceptables” pero afortunadamente la diversidad y la belleza en todos los cuerpos se va haciendo notar. Pero si nos vamos a las acciones retratadas en fotografías, campañas, videos, todo en su mayoría siempre tiende a ser muy simple, muy “discreto”, nada “llamativo” y mucho menos, apasionado. Seamos honestos: ¿cuántos de nosotros no hemos visto parejas heteros besarse en la calle como si el mundo se fuera a terminar? (solo por dar un ejemplo) ¿Por qué no vemos ese tipo de momentos en lo que todo mundo nos intenta poner hasta en la sopa durante el mes del orgullo? ¿Por qué lo seguimos escondiendo?

Todos sabemos que hay más que lo que vemos en todos los medios. Sabemos que existen al día de hoy muchos tipos de expresiones, géneros e identidades solo que están por ahí, repartidas en diferentes partes del mundo, reservándose celosamente para sus propias comunidades. 

Para hablar de la diversidad y del orgullo, también hay que pensar en todo lo que sucede dentro de todas esas personas, de lo que ha ido construyendo todas esas identidades. Pero también verlo desde una perspectiva no romantizada, sino mucho más objetiva, tratando de entender cómo todas esas personas han ido evolucionando y creando su identidad.

Un ejemplo es el proyecto alemán de Anna-Varney Cantodea, Sopor Aeternus and the Ensemble of Shadows. Realmente se sabe muy poco de Anna y su proyecto, comenzó aproximadamente en el 88-89. Tampoco se sabe su nombre real ni el origen del Ensemble of Shadows, solo que nació a partir de las voces sobrenaturales o presencias que despertaron en Anna su sensibilidad musical. Ni siquiera se sabe cómo luce esta artista, ya que normalmente en fotos o en los contados videos que existen aparece caracterizada como un personaje andrógino, se podría decir que es una mujer trans con un aspecto masculino, aunque realmente esta identidad es tan incierta como todo lo que la rodea. No da entrevistas ni conciertos y cuando lo hace, ha sido en ocasiones muy contadas y asegurándose que se cumplan las condiciones que aseguren su anonimato. Su música es muy teatral, melancólica y triste. Sus canciones hablan sobre la muerte, el suicidio, la soledad y la tristeza. Es un proyecto que nunca ha dejado de estar activo, Anna no ha dejado de crear y de ir encontrando en su música esa vía de escape a sus sentimientos, pensamientos y todo aquello que habita en su cabeza.