House of Vans

House of Vans 2021

Texto y Foto: Cyn Maya

Hace algunos años (muchos, pero déjenme soñar), cuando yo estudiaba la prepa, me acuerdo que caminaba muy cómoda por los pasillos de la escuela con mis jeans anchos, cualquier playera random con el nombre de alguna banda en el pecho y mis vans old school – pareces retrato- me decía mi mamá. Pero ella realmente no entendía mucho, nuestros pleitos por que yo nunca me vestía como la normativa femenina en aquella época la hacían cuestionarme (y cuestionarse) por qué insistía en vestirme como hombre (mamá, si estás leyendo esto, te quiero).

Más allá de la comodidad de andar vestida todos los días con mi ropa favorita, lo que mi mamá no sabía, era que, básicamente un 80% de la población estudiantil, se vestía igual. Y no, no porque fuera moda, ni porque nos fuera a hacer populares, de eso estábamos lejos. Realmente lo hacíamos porque nos hacía sentir parte de algo, ¿de una cultura? no lo sé, pero cuando eres un adolescente que no tiene ni puta idea de quién eres ni de qué quieres en la vida, tener esa sensación de pertenencia lo es todo.

Les cuento esto, porque tenía básicamente unos dieciséis años de no pensarlo, ni siquiera de acordarme de esa breve parte de mi vida. 

House of Vans

Pero la semana pasada tuve una regresión a esa época -en el mejor de los sentidos-, a esos años en los que lo único que importaba, era sentirte bien, a gusto, cómodo y parte de algo. House of Vans vino a México a instalarse en lo que solía ser el Bulldog Café, un bar/venue/foro que pasó por muchas etapas, unas más odiadas que otras, antes de cerrar para siempre en 2018 y darle espacio a HOV, que este año, abrió sus puertas a todos esos adolescentes que ahora ya somos todos unos adultos medianamente funcionales y a los jóvenes millenials y centennials actuales, con lo mejor del skate, la música y hasta oferta gastronómica (¡mi reino por volver a comer las papas con salsa sriracha casera!)

House of Vans es un espacio donde nos sentimos libres, donde ese sentimiento de pertenencia le abre paso a un concepto mayor: nos hace sentir en casa. 

La oferta musical de este año fue bastante atractiva, en su mayoría nacional, con algunos invitados de otras partes del mundo, pero que se sienten como si fueran nuestros propios hermanos, todos ellos moviéndose  y haciendo suyos ritmos como el punk, grunge, rock y progresivo. Pero con mensajes más actuales que tocan diversos tipos de problemáticas como los feminicidios en nuestro país, la pandemia, la soledad, la familia y hasta los terremotos en nuestra querida ciudad. Nombres como Elis Paprika, Rey Pila, Mr. Len, Marineros, Cardiel, Margaritas Podridas, Chingadazo de Kung Fu, Sgt. Papers y Los Pao Paos, nos ayudaron a entender que esa cultura que tanto nos abrazó cuando éramos unos adolescentes perdidos, sigue aquí, que no se ha ido y que no piensa desaparecer en un buen rato, una cultura que hoy, abraza a las nuevas generaciones que apenas van formando su propia identidad.

House of Vans

Llevaba casi dos años de la pandemia sin ir a un concierto y House of Vans fue mi manera de regresar. Lo cierto es, que me dolieron los pies, por señora y por falta de práctica. Pero mi salud mental, mi alma y mi energía agradecen haber ido a recordar lo viejo y conocer lo nuevo. Vi regresar a esa yo a la que le valía madres que la pisaran o que terminara cojeando en un concierto solo por ver a su banda o artista favorito, esa que perdí de vista los últimos dos años, así que gracias por eso, House of Vans.

House of Vans

House of Vans 2021