Gerhard Richter: la deconstrucción fotográfica

Redacción: Sofía Zorrilla

Esta vez queremos detenernos para apreciar y reconocer el legado del artista alemán Gerhard Richter (1932-actualidad), que a sus 91 años es uno de los artistas vivos más cotizados pues aspectos como la deconstrucción de la fotografía a través de la pitura, sus vivencias de la segunda guerra mundial o su rebuscada pero fatisfactoria técnica de abstracción fueron sólo algunos de los aspectos que lo llevaron a ser el artista que es hoy en día.

Echaremos un vistazo atrás eligiendo algunas de sus mejores obras y explicando un poco el contexto en el que sucedieron, dándonos cuenta de su influencia en la modernidad.

En el 2017 Richter anuncia su retirada de la pintura en formato grande debido a su edad o rotundo éxito y exploración visual pero sigue activo a través de pequeñas esculturas, acuarelas, dibujos y exposiciones que conmemoran su legado.

Si alguna vez has oído hablar del post-punk, alternative o indie-rock probablemente conozcas esta icónica pintura que es usada para el Daydream Nation de Sonic Youth en 1988. Fue vendida por Richter en 2011 por la cantidad de 16.6 millones de dólares.

La pasión por Richter que parece estar determinada por un aspecto fotorrealista no nace en sí de un propósito de querer ser exitoso en la categoría realista per se, sino la voluntad de redescubrir e intervenir la imagen, creando un contraste entre lo fijo y la pintura.

Seaspace (1998)

Venice (1986)

La pasión por crear para Ricther nace desde la fotografía, pero con un twist. Su reto fue hacer la imagen real, pues en sus palabras, sólo la pintura era real, y la imagen, imagen (valga la redundancia). Gracias a esto decide juntar lo que son (argumentablemente) sus dos más grandes pasiones: la pintura y la fotografía fija. Empieza experimentado un poco a través de la pintura, otro tanto a través de la imagen fija y tenemos ahora como resultado la fotografía intervenida.

Este fue el primer paso en la exploración y descubrimiento del artista, que más tarde afinaría la agudeza de su percepción y convertiría imágenes a través de un proyector en pinturas con “realidad”.

Consideramos este movimiento y redescubrimiento vanguardista a la actualidad pues es un pre a la edición y efectos buscados comúncamente hoy en día; llámese glitch, superposición, barridos o simplemente edición, es un fin que muchos creadores buscan lograr actualmente a través de diferentes medios.

Ohne Titel (1992)

Toronto (1998)

Val Fedoz, Muot Ota (1992)

“The photograph is the most perfect picture. It does not change; it is absolute, and therefore autonomous, unconditional, devoid of style. Both in its way of informing, and in what it informs of, it is my source.”

Richter creando uno de sus famosos Abstraktes Bild (pintura abstracta), tomando del documental Painting (2011).

Betty (1988) captura la escencia de una fotografía de la hija de Richter tomada unos años atrás.

1024 colors (1973) representa la cúspide de la influencia pop-art de parte del artista.

Mouth (1963) es obtenida a través de una fotografía de la actriz francesa Brigitte Bardot.

“Photography has almost no reality; it is almost a hundred per cent picture. And painting always has reality: you can touch the paint; it has presence; but it always yields a picture – no matter whether good or bad. That’s all the theory. It’s no good. I once took some small photographs and then smeared them with paint. That partly resolved the problem, and it’s really good – better than anything I could ever say on the subject.”

La obra de Richter es resultado de un proceso de gran detenimiento, análisis, capacidad técnica y de abstracción. Fruto de la perseverancia y la constante práctica con la imagen.

Gerhard Richter: la deconstrucción fotográfica