Nací en Starokonstantinov, Ucrania en 1989, dos años antes de la caída de la Unión Soviética. Cuando crecí me di cuenta de lo mucho que su disolución influenció mi propio sentimiento de estética. Durante los años de infancia me cambié a dos escuelas secundarias, donde estudié historia del arte y viajé con mi familia. Fue en ese momento que tuve mis primeras cámaras y comencé a documentar las cosas a mi alrededor. El área en la que vivía tenía edificios industriales y vías férreas, mi memoria guarda esas imágenes hasta hoy y afecta la percepción de mi entorno.

Más tarde estudié Servicios Públicos en mi Facultad Técnica local, la cual inesperadamente comenzó mi carrera como chef. He trabajado en este ámbito durante mucho tiempo y estaba a cargo del catering de tres presidentes de Ucrania. Yo era cocinera pero amaba documentar todo lo que me rodeaba. En algún momento de mi vida me decidí a dejar la cocina y dedicar  todo el tiempo a la fotografía y el vídeo, comprendí que mi corazón está en ellas.

La capacidad de hacer investigación antropológica, estudiar el medio ambiente, las reacciones de la gente y las emociones, me asombra. Yo exploro las calles todos los días, buscando detalles particulares, que pueden aparecer en sombras, envolturas, acciones de los pueblos o emociones, o en los lugares más inesperados e invisibles para los transeúntes. Tomo mis fotos en estilo sucio y realista. Éstas después se unen en cuentos (trípticos de dípticos, etc.) se convierten en una mistificación gráfica.