The limit does not exist: Regina George tiene sentimientos, y Andy Warhol también, creo
Por Cristina Sandoval
En la universidad solía tener una maestra de historia que cada vez que empezaba a contar un chisme sobre algún personaje histórico movía sus dedos regordetes con deleite y tomaba un sorbo de café para aclarar su garganta. En este momento, siento que estoy haciendo lo mismo al escribir sobre uno de los artistas más famosos que pudo tener el mundo del arte: Andy Warhol.
Hemos escuchado infinidad de historias y chismes alrededor del padre del pop art, no sólo en los muchos libros sobre su vida y su obra, sino también en películas. La gran mayoría de ellas destaca un punto especial: su personalidad.
Andy Warhol pasó de ser un inmigrante europeo que coleccionaba autógrafos de celebridades a convertirse en un personaje tan famoso que después de su muerte sigue dando de qué hablar; he aquí el ejemplo: durante toda su carrera, Andy Warhol buscó codearse con celebridades, principalmente mujeres, y siempre existieron rumores sobre su actitud manipuladora y destructiva con ellas.
Su constante obsesión con la fama lo llevó a crear una de sus series más famosas y escandalosas titulada Death and disaster. En esta serie Warhol utilizó a varias de sus musas en sus peores momentos: Marylin Monroe, Elizabeth Taylor y Jackie Kennedy. Marylin fue pintada justo dos semanas después de su suicidio en 1962; Elizabeth Taylor se encontraba gravemente enferma; y Jackie Kennedy (con fondo rojo) fue creada después de la muerte de su esposo JFK.
A Warhol no sólo le fascinaban las celebridades, sino también el sufrimiento de éstas. Irónicamente, el séquito de sus llamadas “musas” se caracterizaba por reunir a mujeres fuertes y poderosas, aunque la única que verdaderamente logró captar su atención, para bien y para mal, fue la socialité Edie Sedgwick.
Su amistad comenzó desde el primer momento que se conocieron en una fiesta en 1965. Warhol tomó a Edie como un proyecto personal con miras a convertirla en reina de La Fábrica, siendo así que Sedgwick se convirtió en la actriz principal de sus películas y en un gran contacto para que Warhol pudiese vender su obra a la clase alta. Su amistad sólo duró poco más de un año debido a los constantes problemas emocionales y a las adicciones de Edie, además de su supuesta relación amorosa con Bob Dylan, la cual Warhol no aprobaba.
La relación de amor y odio de estos dos personajes fue tan fuerte que Warhol le negó cualquier tipo de apoyo cuando Edie decidió abandonar definitivamente La Fábrica. Sedgwick, a la edad de 28 años, murió víctima de una sobredosis en 1971. Ese mismo día se le preguntó a Warhol sobre sus sentimientos respecto del fallecimiento de su exmusa, y las únicas palabras que salieron de él y de su amigo Paul Morrisey fueron: “¿Edie quién?”.
La vida de Andy Warhol podría considerarse como una versión mucho más artística y dramática de Regina George. Aunque no fue atropellado por un camión escolar, fue herido gravemente de bala por una escritora feminista llamada Valerie Solanas, al acusarlo de “tener demasiado poder sobre su vida”. Andy Warhol, proclamado como una persona profundamente superficial, fue el verdadero rey de “Las Plásticas”. Lo siento, Regina, tú nunca tuviste una fábrica.
Mira el tráiler de Factory Girl, película inspirada en la relación entre Warhol y Sedgwick (interpretada por Sienna Miller).