Ahora en pleno 2021 y con más esperanzas que nunca de que la pandemia pronto terminará, o al menos que podremos vivir una vida más parecida a lo que solíamos conocer, en medio de muchos eventos históricos los cuales están redireccionando la manera en que vemos la vida y cómo interactuamos entre nosotros, es imposible creer que nada de lo que hemos aprendido durante este encierro no nos dejará aprendizaje. Es 2021, el lenguaje inclusivo que antes para muchos era una broma (y que para muchos renuentes a los cambios lo sigue siendo) ahora es usado por más gente y medios. Las nuevas generaciones están aboliendo el género; están normalizando lo que para gente de generaciones anteriores era una manifestación estética para transgredir y provocar, y que finalmente ahora, vemos en detalles simples como las uñas pintadas en hombres, ropa sin género o maquillaje. Esto es solo un inicio de lo que puede desencadenar la abolición de las costumbres arcaicas que tanto marcaron y afectaron a generaciones anteriores. Nos hemos preguntado varias veces: Si yo hubiera sido adolescente en 2021, ¿sería como soy ahora? ¿sería más femenino? ¿juzgaría menos la vida de los demás? Pues no lo sé y jamás podré saberlo, pero que maravilla poder presenciarlo y aplaudirlo. Sé como quieras y lo que quieras ser, y punto.