Mauro Alessandri Molina

Profesión: Actor, activista LGBTQ+, conferencista y modelo.

¿Cómo te identificas?

Me identifico como un hombre transgénero pansexual.

¿Estuviste en un clóset? Cuéntanos aun poco de tu historia.

¡Sí! De hecho, salí 3 veces del clóset. Cada salida formó parte de mi proceso de autodescubrimiento. Al vivir mi pubertad, quise averiguar qué era eso que me hacía tan diferente de lxs que me rodeaban y por qué me costaba tanto encajar. Primero, pensé que la respuesta se encontraba en mi orientación sexual, por lo que salí del clóset con la letra L teniendo 15 años. Casi 3 años después, y ya estando dentro de un episodio muy fuerte de depresión, supe que todo iba más allá de mi orientación sexual, pero seguía siendo algo desconocido para mi. Viví días muy turbios, me sentía solo e incomprendido, pero ¿cómo esperaba que otrxs me comprendieran si ni siquiera yo sabía qué estaba pasando conmigo?

Descubrí la letra “T” en una noche de insomnio mientras veía videos aleatoriamente en Youtube. Me encontré con uno muy peculiar que llamó mi atención, se llamaba “One Year On Testosterone” y en la portada había dos personas, una con semblante triste y otra muy parecida, pero con un brillo increíble. Recuerdo que lloré durante los casi 30 minutos que duró el video. Por fin había encontrado a alguien que pasó por lo que yo estaba viviendo. ¡Por fin pude ponerle nombre a lo que estaba pasando! Ahí fue donde conocí el término “transgénero” y sentí el peso de un elefante irse de mis hombros. Al investigar de pies a cabeza todo lo que conllevaba ser una persona transgénero, me armé de valor para salir del clóset por segunda vez. Soy una persona muy bendecida y privilegiada al reconocer que siempre estuve rodeado de amor y apoyo por parte de mis amigos y familia. Eso sí, el miedo estuvo presente todo el tiempo, pero aprendí a hacerlo trabajar como una motivación en lugar de un obstáculo. Mi última salida del clóset fue como persona pansexual, ya que me permití jugar y explorar mi sexualidad de forma libre y responsable y nunca me quedé con ganas de hacer algo. Hoy sostengo una relación con un hombre cis-gay que amo con todo mi corazón. No sé si haya más salidas del clóset para mi. Más bien, espero que en un futuro cercano, no exista un clóset para nadie y todxs podamos permitirnos ser y sentir libres y sin miedo.

Si volvieras a ser un niñx de 10 años ¿qué cambiarías?

Absolutamente nada. Creo que todas las experiencias que viví de niño (fueran buenas o malas), me formaron para ser quien soy. A pesar de que mi infancia fue difícil en la parte escolar, (desde la primaria hasta la secundaria), no recuerdo esa etapa de mi vida con rencor ni desprecio. La pasé mal, sí, entre abuso psicológico, depresión y varios momentos humillantes, jajaja ¡pero aprendí mucho de todos esos ratos difíciles! Lo importante es que logré asimilarlos como aprendizajes con el paso del tiempo. Hoy, si me encontrara con mi yo de 10 años, simplemente le abrazaría, le reconocería lo fuerte que es y lo grandioso que será. También le recordaría que nunca está ni estará solo. Que siempre habrá personas maravillosas que me procurarán y me amarán por lo que soy y todo lo valioso que puedo aportar al mundo.

¿Consideras que  ha afectado tu vida laboral o afectiva tu identidad de género o preferencia?

He de reconocer que mi experiencia ha sido privilegiada en ese aspecto, ya que no he sufrido violencia en esas áreas de mi vida. He trabajado en muchos lugares y mi identidad nunca ha significado un obstáculo para desenvolverme y socializar.  Y en el aspecto romántico, sólo he tenido 2 relaciones serias y por fortuna, han sido personas con excelentes valores, buenos principios, gran empatía y humanidad. Claro que he tenido experiencias incómodas, sobre todo al intentar relacionarme sexualmente con alguien nuevo, pues me han fetichizado y cosificado por mi identidad y mi cuerpo, pero esos días quedaron atrás, jaja.

¿Qué es lo que más te gusta de ti?

Mi resiliencia, carisma y que siempre tengo una sonrisa y un abrazo pa’ quien lo necesite. También soy muy curioso y me encanta aprender de todo un poco. Siempre estoy en proceso de cambio y crecimiento. 

¿Qué es lo que menos te gusta?

Mi abuela siempre me dice que soy alumno de todo y maestro de nada, y es verdad, jajaja. Me involucro en tantas cosas y quiero aprender tanto, que suelo dejar proyectos o tareas a medias. Me cuesta encontrar un balance entre todas las áreas de mi vida, pero eventualmente lo logro.

¿Cómo viviste el encierro estos meses? 

Ay, yo me divertí muchísimo. Me permití retomar los proyectos que dejé en su momento, como la fotografía y el modelaje. Aprendí muchísimo entre cursos online y cosas que yo me propuse lograr como retomar el ejercicio (y luego dejarlo otra vez). Creo que estos últimos dos años de encierro han marcado un verdadero antes y después en mí. Fueron parte importante de mi viaje de autodescubrimiento. 

¿Cambiaste costumbres nocivas?

Unas volvieron y se fueron una y otra vez. Retomé el ejercicio y la dieta, luego lo dejé y lo acabo de retomar. Dejé de fumar y lo retomé, pero ahora con conciencia y control, jajaja. También retomé la meditación y estoy esforzándome por no abandonarla.

¿Adoptaste nuevas?

¡Tomar terapia! jajaja

¿Qué cambios en relación a la diversidad esperas que la gente tenga?

Apertura para aprender y conocer sobre nosotrxs, nuestra cultura y problemática social que vivimos a diario en el colectivo LGBTQ+.

Espero ver que a raíz de la información y la empatía, comiencen a existir más espacios seguros para nosotrxs en espacios públicos, laborales y de atención médica. ¡Menos prejuicios y más amor!

Tu mayor deseo…

Vivir del arte y el activismo para hacerme de mucho dinero y escapar al primer mundo para experimentar la fantasía de vivir en una cabaña sueca encima de la montaña con mi amorcito y un gato.

Ah, y tener mi propia agencia de talento LGBTQ+.