Foto: Tony Solis
Texto: Penélope Mujica
Modelo: Eddie Skellington
Aunque son los reflectores de las canchas los que generalmente alumbran la presencia de las estrellas aclamadas por la fanaticada mundial, el basket siempre ha tenido el centro de su energía en la calle, tanto es así que llamarlo solo un deporte es rebajarlo a algo burdo, cuando realmente su influencia ha sido tan grande que se ha convertido en una subcultura.
Todos conocemos a Michael Jordan y aunque jamás hayamos visto un juego de la NBA sabemos quiénes son los Lakers y cuáles son los colores de su logo. El basket logró trascender los estadios y para muchos se convirtió en una forma de vivir y vestir.
El domingo los aficionados más apasionados de la CDMX convivieron con Nike e Innvictus en una celebración a la técnica, la camaradería y la energía callejera del basket. Hubo un mini campeonato en el que participaron hombres y mujeres, un medio tiempo con un crew de baile, unos quemados y al final disfrutamos del buen clima viendo el ALL STARS GAME en un pantalla gigante con un jocho en mano.